viernes, 12 de octubre de 2012

Causas, formas, consecuencias y soluciones

¿Qué es la lluvia ácida y cuáles son sus causas?

La lluvia ácida viene de las substancias químicas que hay en el aire, o 'contaminación'. Gran parte de esta contaminación es producida por las centrales eléctricas que queman combustibles fósiles, tales como el carbón, para producir electricidad. Nosotros usamos esta electricidad para que nuestras luces se enciendan y nuestros televisores funcionen. La contaminación también proviene de los automóviles y camiones que la gente maneja. Esa contaminación también causa lluvia ácida.
Algunos de estos gases (en especial los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre) reaccionan al contacto con la humedad del aire y se transforman en ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido clorhídrico. Estos ácidos se depositan en las nubes. La lluvia que producen  estas nubes, que contienen pequeñas partículas de ácido  se conoce con el nombre de "lluvia ácida".

El viento sopla aire sucio de un lugar a otro, por eso la lluvia ácida puede caer muy lejos del lugar donde se originó ese aire contaminado.


Los antecedentes de la Revolución Industrial
La lluvia ácida no es un fenómeno reciente, tiene sus antecedentes en la Revolución Industrial, y desde entonces ha ido en aumento. El término lluvia ácida tiene su origen en unos estudios atmosféricos realizados en Inglaterra en el siglo XIX, pero actualmente cabría denominarla deposición ácida, ya que puede presentarse en forma líquida (agua), sólida  (nieve), o incluso como niebla, ésta última tan efectiva en su capacidad de destrucción como lo es la deposición líquida.

Estos gases son producidos, principalmente, por la combustión de carburantes fósiles en las actividades industriales, tales como centrales térmicas dedicadas a la obtención de energía eléctrica.


¿Cómo se inyectan y se desplazan los gases en la atmósfera?
Las industrias que generan los contaminantes atmosféricos suelen disponer de altas chimeneas, para evitar que las partículas en suspensión se depongan en las inmediaciones de las propias instalaciones. A su vez, los humos son inyectados en la alta atmósfera, permitiendo ser arrastrados a cientos de kilómetros de su punto de origen por las corrientes de convección, y una vez las partículas contaminantes han reaccionado con el vapor de agua, depositarse en el suelo en forma de lluvia ácida.
La lluvia ácida puede presentarse en forma 
de niebla, que resulta tan dañina como la lluvia líquida.
Este hecho en particular y la contaminación de la atmósfera en general, hace más evidente su aspecto global, pues trasciende las fronteras de los países y obliga a entendimientos difíciles, que en muchas ocasiones se ven entorpecidos por motivaciones políticas de carácter económico o desarrollo de las diferentes naciones.
Cuando la lluvia ácida se precipita a tierra es transportada hacia los lagos por las aguas superficiales, acidificando los suelos y fijando elementos como el calcio y magnesio, que los vegetales necesitan para desarrollarse.

La lluvia ácida en sus 
diferentes formas


Lluvia ácida en forma líquida

Lluvia ácida en forma de nieve

Lluvia ácida en forma de niebla


Efectos sobre los organismos vivos y las construcciones


Muchas plantas y peces han desaparecido por efecto de la acidez a la que se ha sometido el entorno en que vivían, los cuales se encontraban adaptados a ciertos límites que se vieron superados. En el norte de Europa, por ejemplo, la lluvia ácida ha dañado extensas áreas de bosques y cosechas y diezmado la vida de los lagos de agua dulce; es sintomático ver un lago totalmente transparente y limpio, esto puede ser sinónimo de que no contiene vida, probablemente la haya tenido con anterioridad al fenómeno de la lluvia ácida.

Además de a los seres vivos, la lluvia ácida afecta también a las construcciones y materiales. Es común observar monumentos, edificios o construcciones de piedra, alterados por los ácidos que contienen estos contaminantes, los cuales reaccionan con sus componentes graníticos o calcáreos, demoliéndolos o debilitándolos, convirtiendo este fenómeno en una verdadera amenaza para las edificaciones.

EFECTOS EN LOS RÍOS
Al caer en un río o lago, la lluvia ácida cambia la composición natural de las aguas. Cuando esto sucede, las plantas acuáticas y los peces pequeños, que son muy sensibles a las variaciones de acidez del agua, se mueren.
La acidez es invisible, lo que quiere decir que existen lagos muy bellos a la vista, pero en los cuales, se ha alterado el equilibrio natural y, por ejemplo, ya no quedan peces.


EN EL SUELO
Cuando la lluvia contaminada cae en el suelo, destruye el balance de minerales que existen en él. El agua ácida disuelve y traslada de la tierra alguno de los nutrientes que las plantas necesitan, como el calcio y el magnesio, y a la vez libera otros que son dañinos, como el aluminio.
Cuando cambia la composición normal del suelo, las raíces ya no pueden absorber agua y minerales, y las plantas se secan.


EN LAS PLANTAS
Las plantas también se mueren con la lluvia ácida porque esta les quita las ceras protectoras de sus hojas, que las defienden contra hongos, bacterias e insectos. Entonces, las hojas se enferman, se ponen amarillas y caen. 


Después              Antes

EN LAS CIUDADES
La lluvia contaminada también causa destrozos cuando moja las ciudades y sus construcciones. Al caer sobre los edificios, borra las formas de relieve, como esculturas o letras, hasta que son irreconocibles.
Todos estos efectos negativos – sobre ríos, lagos, suelos, plantas y edificios- se concentran principalmente en Europa y Norteamérica, donde la lluvia ácida suele caer en un país vecino, a miles de kilómetros de su ligar de origen.

Gárgola deteriorada por
causa de la lluvia ácida


Soluciones


Entre las medidas que se pueden tomar para reducir la emisión de los contaminantes precursores de éste problema tenemos las siguientes:

ü Reducir el nivel máximo de azufre en diferentes combustibles.
ü Trabajar en conjunto con las fuentes fijas de la industria para establecer disminuciones en la emisión de SOx y NOx, usando tecnologías para control de emisión de estos óxidos.
ü Impulsar el uso de gas natural en diversas industrias.
ü No agregar muchas sustancias químicas en los cultivos.
ü Adición de un compuesto alcalino en lagos y ríos para neutralizar el pH.
ü Control de las condiciones de combustión (temperatura, oxigeno, etc.).
ü Hay que reducir las emisiones. La quema de combustibles fósiles sigue siendo una de las formas más baratas para producir electricidad, por lo tanto hay que generar nuevos desarrollos utilizando energías alternativas no contaminantes.
ü Los gobiernos tienen que gastar más dinero en investigación y desarrollar proyectos que tengan el objetivo de reducir la contaminación ambiental.
ü Hay que seguir avanzando en la producción de convertidores catalíticos para automóviles que eliminen sustancias químicas peligrosas en los gases de escape.
ü Se deben buscar fuentes alternativas de energía: Es necesario que los gobiernos investiguen diferentes formas de producir energía utilizando energías renovables.
ü Se debe mejorar el transporte público para alentar a la gente a utilizar este tipo de servicio en lugar de utilizar sus propios automóviles.
ü Hay que ahorrar energía. Existen muchas cosas que podemos hacer día a día para ayudar a preservar el  medio ambiente, y tener una convivencia más armoniosa con la naturaleza. Lo único que se requiere es una pequeña modificación en nuestro comportamiento cotidiano.

    Vídeo explicativo para niños




Explicación breve de la lluvia ácida